miércoles, 24 de abril de 2013

¿Qué fue de Baby Jane?. Robert Aldrich. 1962.


FICHA TÉCNICA

Título: ¿Qué fue de Baby Jane?
Título original: What Ever Happened to Baby Jane?
Año: 1962 
Duración: 133 min. 
País: Estados Unidos 
Director: Robert Aldrich 
Guión: Lukas Heller (Novela: Henry Farrell) 
Música: Frank DeVol
Fotografía: Daniel Haller (B&W) 
Presupuesto: 1.000.000,00 $
Reparto: Bette Davis, Joan Crawford, Victor Buono, Wesley Addy, Julie Allred, Anne Barton, Marjorie Bennett, Bert Freed, Anna Lee, Maidie Norman, Dave Willock, William Aldrich, Russ Conway, Maxine Cooper, Robert Cornthwaite, Michael Fox, Gina Gillespie, Barbara Merrill, Don Ross 
Productora: Warner Bros. Pictures 
Género: Drama

Sinopsis: 

Las hermanas Jane y Blanche Hudson fueron estrellas infantiles de Hollywood, pero sus carreras siguieron trayectorias muy distintas. Mientras que Jane, al crecer, fue olvidada por el público, Blanche se convirtió en una actriz de éxito. Tras un misterioso accidente de coche, Blanche quedó postrada en una silla de ruedas al cuidado de su hermana Jane que disfruta atormentándola.

Interesante: 

Robert Aldrich, apostó fuerte y plantó sobre el tapete a dos damas que también habían vivido tiempos mejores: Bette Davis y Joan Crawford. La loba y la aún más loba (se dice que la enemistad entre ambas nació porque Davis dio calabazas a la insaciable e hiperpromiscua Crawford).

Por despiste del productor, a la hora de firmar el contrato, Davis comprobó que a su «compañera» le pagaban unos cientos de dólares más que ella, por lo que exigió un reparto rigurosamente equitativo. Durante el rodaje, los dardos fueron envenenándose cada vez más, aunque muchos eran travesuras infantiles por parte de Bette: un roedor muerto para desayunar, una máquina de Coca-cola bien visible aprovechando que el marido de Crawford era un pez gordo de Pepsi, un poco de intensidad extra en las escenas de pelea, pesas en el bolsillo para fastidiar la espalda, una peluca de segunda cabeza rociada de caspa... Y Aldrich, tan feliz ante tanta intensidad y maldad que repercutían gloriosamente en su película. De hecho, un año después de su estreno (en Halloween de 1962, aunque el 26 de octubre tuvo lugar la premiere en Nueva York), había ingresado en taquilla casi diez veces más que el millón de dólares que costó.
Aunque, en realidad, la verdadera guerra estallaría cuando Joan Crawford no obtuvo la nominación al Oscar que sí logró Bette Davis. Crecida, Davis arponeó con hiel a Crawford, dedicándole frases que ya han pasado a la historia de las cloacas de Hollywood («no la mearía aunque estuviese ardiendo», «ha dormido con todas las estrellas de la MGM menos con Lassie»...). A pesar de ello, Aldrich intentó el suicidio de reunirlas de nuevo en «Canción de cuna para un cadáver» (1964), aunque la mala salud de Crawford frustró el intento. Cuando falleció en 1977, Davis la despidió a su manera: «Nunca hay que decir cosas malas sobre los muertos, solo buenas. Así que diré que Joan Crawford ha muerto... ¡qué bien!». Seguramente, los 12 años que la sobrevivió le supieron mejor que haber ganado 12 Oscar.

Fuente, diario ABC, octubre de 2012.




 

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