Neorrealismo Italiano


El Neorrealismo Italiano.


Contexto histórico.



Italia se encuentra devastada por “La segunda guerra mundial”, con su economía en ruinas, ocupada por ejércitos extranjeros, con una conciencia culpable por sus veinte años de fascismo militante. Ese mismo sentimiento era compartido por una buena parte de los europeos: alemanes, franceses, hasta españoles, quienes seguían con el sabor amargo de la Guerra civil que los había despedazado y la incertidumbre de un presente incierto y confuso. En el curso de la década de los cincuenta, e inicios de los sesenta, se produjeron la reconstrucción europea, la explosión urbana, el decrecimiento del campesinado, la construcción de una nueva izquierda.
Fue el tiempo de la agresividad macartista en Estados Unidos contra los liberales y del deshielo tras la muerte de Stalin en la Unión Soviética. Ocurrieron la guerra en Corea y el conflicto del canal de Suez, la insurrección de Budapest y la progresión de la escandalosa “vulgaridad” de Elvis Presley, la guerra colonial de los franceses en Argelia y la coronación de Isabel II, el comienzo de la reivindicación de los derechos civiles de los negros en Estados Unidos con la crisis en Little Rock, la insurrección de Fidel Castro contra la dictadura de Batista, la boda de Grace Kelly con Raniero de Mónaco, el regreso De Gaulle al poder y el Premio Nobel a Boris Pasternak, el viaje de Gagarin al espacio y el inicio de los vuelos en aviones de retropropulsión, la consagración de Marylin Monroe como símbolo sexual, la erección del Muro de Berlín y el asesinato de John Kennedy. Fue una época rica en acontecimientos que definieron el carácter del pasado siglo veinte.


Concepto.

El intelectual Norberto Barolo fue quien utilizó por primera vez el nombre de neorrealismo y lo hizo para referirse a “El muelle de las brumas,1938, de Marcel Carné”, una película francesa que propone algo parecido a un nuevo realismo, en el sentido de que ofrece una nueva forma de enfocar la realidad, pues en él las cosas, los dramas, los hechos cotidianos, estaban descritos con la sensibilidad de la poesía. Posteriormente, y por esto último, comenzó a llamarse a esa corriente "realismo poético", y el término "neorrealismo" inventado por Barolo fue archivado, no obstante, fue recuperado tiempo después, de manera casual, por el crítico y guionista de cine Umberto Bárbaro a quien consideramos como avanzado y que aplicó el término neorrealismo a la nueva corriente cinematográfica surgida en la Italia de la posguerra.
Se denominó neorrealismo porque se trataba de un "nuevo" realismo italiano (en este sentido, el maestro Visconti rechazaba absolutamente el prefijo "neo") que nada tenía que ver con el realismo títulos como Assunta Spina, de Gustavo Serena, y Sperduti nel buio, de Nino Mortoglio). Al contrario que en otros países como Francia o la antigua Unión Soviética, en Italia no se heredó la influencia de los grandes directores rusos como Pudovkin o Eisenstein, sino que apareció un estilo estrictamente nacional, intransferible e italiano. Así, en cada una de sus obras se respira esa "italianeidad", tanto en el aspecto formal como en el temático.
El prefijo "neo" no se refiere a las obras nuevas del cine italiano en relación a las del período anterior a la guerra, sino a la nueva realidad de la vida nacional que se convirtió en el tema por excelencia de esta corriente cinematográfica.
El neorrealismo cambia la visión del séptimo arte como mera forma de distracción para, haciendo honor a su nombre, convertirse en una herramienta de polémica y crítica social a la situación de posguerra que sufrió Italia durante y sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial. Roma, Città aperta de Roberto Rossellini es considerada como la primera gran película que da inicio al movimiento.



Características.

Al hablar de características del neorrealismo debe hablarse sin dudas de la recurrencia a espacios naturales, en principio porque Cinecittá había sido arrasada durante la guerra, mas también por cuestiones económicas y porque, si el guión requiere plasmar determinados lugares existentes. Los aspectos técnicos más reseñables son: Se recurre principalmente a escenarios naturales, la iluminación se reduce al mínimo, pocas veces se trabaja con equipos de sonido, lo que permite una mayor movilidad de la cámara. No se recoge sonido directo, sino que están doblados. El estilo fotográfico es bastante rudo. Se empiezan a ver movimientos de cámara en mano, se improvisa, aunque se respetan las normas de continuidad. Se recurre a actores no profesionales o conviven, para lograr una mayor credibilidad. No hay una gran elaboración de la caracterización de los personajes ni un diseño de producción. Eso le proporciona verismo documental, de acercamiento a la realidad, a la vez que más flexibilidad en la puesta en escena.
Desde el punto de vista narrativo, supone una reacción contra los oscuros argumentos del cine de antes de la guerra. Se abordan las historias con menos rigor desde el punto de vista causal (tienen menos en cuenta las reglas del guión). Todas las causas tienen que ver con las condiciones de vida de las personas, y eso los convierte en representantes de la sociedad. Introduce finales infelices o ambiguos, no hay finales felices. Se renuncia a la omnisciencia de las películas clásicas.


El fin del Neorrealismo.

La aparición de nuevos directores que comenzaron a hacer películas mas comerciales junto con los cambios políticos y sociales condenaron al Neorrealismo a su fin.
Italia fue reconstruida, las cosas empiezan a mejorar, en 1949 llega al poder la democracia cristiana cuyo nuevo gobierno no ve bien algunas películas del movimiento.
Al igual que Roma, Città aperta es considerada la película que da inicio al movimiento, Umberto D, año 1951, de Vittorio de Sica, es la que se considera le puso fin. Fue mal recibida por el público y la crítica.




Bibliografía.

  • Lisandro Otero. El neorrealismo italiano: La influencia social del cine. Año 2005.
  • David Caldevilla Domínguez. Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid.
Algunas de las películas más representativas del Neorrealismo Italiano
Ossesione, de Luchino Visconti (1942)
Quatro passi tra le nuvole, de Alessandro Blasetti (1942)
I bambini ci guardano, de Vittorio De Sica (1943)   
Roma città aperta, de Roberto Rosellini (1945) 

Paisà, de Roberto Rosellini (1946)
Sciuscia, de Vittorio De Sica (1946)
Vivere in pace, de Luigi Zampa (1946)
Germania, anno zero Roberto Rossellini (1947)
Caccia tragica, de Giuseppe De Santis (1947)
Amore, de Roberto Rosellini (1948)
Ladri di biciclette, de Vittorio De Sica (1948)
Riso amaro, de Giuseppe  De Santis (1948)
La terra trema, de Luchino Visconti (1948)
Cielo sulla palude, de Augusto Genina (1949)
Il mulino del Po, de Alberto Lattuada (1949)
Il camino della speranza, de Germi (1950) 

Cronaca di un amore, de Antonioni (1950)
Luci del varietá, de Alberto Lattuada y Federico Fellini (1950)
Miracolo a Milano, de Vittorio De Sica (1950) 
Achtung, banditi, de Carlo Lizzani (1951) 

Bellisima, de Luchino Visconti (1951)
Due soldi di speranza, de Castellani (1951)
Roma; ore 11, de Giuseppe De Santis (1952) 

Umberto D., (1952) de Vittorio De Sica

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